IGLESIA
13 de abril de 2018Temas
- El mundo entero es la gran familia de los hijos(as) de Dios. Nosotros somos sus hijos predilectos, que vivimos en su casa, la Iglesia. (Pág. 62)
- Me siento inclinada a orar mucho por la Iglesia y mis súplicas son cada vez más audaces y confiadas… (Pág. 68)
- Pero estoy convencida de que Dios es el que ha de dar las grandes ideas de orientación y organización que la Iglesia (Pág. 68)
- …nos va a escoger para trabajar y padecer mucho por su Iglesia… (Pág. 81)
- Hago oración extraordinaria por la noche, para dar gracias por la transformación, y me suspende un deseo grande de ser útil a la (Pág. 177)
- Pues no veo que de otro modo podamos seguir llevando nuestro nombre y nuestro ser de redentoras. Ni que logremos hacer realidad nuestro sueño de ser miembros activos y heroicos de la Iglesia, trabajando en los puestos más difíciles. (Pág. 193)
- Por la tarde me he sentido muy a gusto con la Comunidad. Hemos empezado los temas sobre la Iglesia misionera… Cristo amó y glorificó a la Iglesia, y la Iglesia, a su vez, clarifica a Cristo descubriendo a todos los pueblos y todas las razas la imagen de Cristo Redentor de la humanidad, oscurecida en la cruz. (Pág. 238)
- Me alegro cuando alguien me dice que goza leyendo a Santa a Teresa. Es mi santa. Me ha enseñado mucho y le debo también mucho. Sus obras me descubren el encanto de su espíritu. Me gusta esa hambre de Dios que deja y lo bien que se acomoda a la realidad. La voluntad de Dios, como ella la entiende, la oración y el amor a la Iglesia son frutos que se gustan y asimilan sin sentir. (Pág. 249)
- Anoche murió Dª Victorina…Siento que pocas personas han sabido amar a la Iglesia como ella… (Pág. 253)
- ¡Cómo crece el concepto de la Iglesia cuando se la ve nacer, al expirar Jesús, recibiendo toda la plenitud de vida, la eficacia de méritos y la fecundidad del mismo Jesucristo! (Pág. 257)
- Parece que palpo la asistencia del Espíritu Santo y los impulsos que nos da para crecer en conocimiento de Cristo, en amor a la Iglesia, en deseos del Reino. (Pág. 260)