ORDEN DE LA MERCED (Orden Mercedaria, Padre General de la Orden, Orden…)

• El programa para la celebración del VII Centenario de la fundación de la Orden de la Merced ya está preparado, listo para imprimir… (Pág. 46)
• Me gustaría que la Orden Mercedaria, tan eminentemente misionero desde sus orígenes, llegara a ocupar, en esta hora de la Iglesia, el lugar que le corresponde. (Pág. 55)
• Tenemos en Bérriz, desde el 22 de diciembre, al Padre General de la Orden… En la Comunidad estamos pasando unos días muy tranquilos. YO he aprovechado para exponerle al Padre General mis proyectos y no sólo los ha aprobado todos, sino que él mismo se ha mostrado entusiasmadísimo con las misiones… (Pág. 59)
• Me llama la M. Nieves y hablamos largo sobre los planes presentados al Padre General… (Pág. 64)
• El Padre General de la Orden está a punto de marchar a Chile… Desde ahí quiere acercarse a la Misión Mercedarias de Piauhy, en Brasil. (Pág. 69)
• El triduo de oración has servido para confirmar los planes… Ahora sólo queda esperar la visita del Padre General de la Orden de la Merced, que más tarde, será para mayo. (Pág. 76)
• Dentro de este mes, pasará por Bérriz, el Padre General de la Orden y entonces se resolverá todo… (Pág. 78)
• A últimos de agosto estuvo aquí el Padre General y le presentamos el proyecto de misiones. (Pág. 80)
• Sin que hayamos dado un solo paso para ello, nos han ofrecido un capital considerable para edificar un colegio en Wuhu. Hace unos días se lo comunicamos al Padre General y ayer nos escribió una carta preciosa. (Pág.81)
• También espero un resurgir de la Orden Mercedaria… (Pág. 81)
• También la Orden, aunque como convento autónomo no dependemos de ella en nuestras decisiones, aprueba, bendice y aplaude los pasos que vamos dando. El General anterior nos ayudó mucho. Y el de ahora, el P. Juan del Carmelo Garrido y Blanco… nos ha escrito felicitándonos con mucho cariño. (Pág. 86)
• Por eso, persuadida de que soy incapaz de gobernar…he puesto mi cargo en manos de la Virgen para que ella vele por la Orden… (Pág. 99)
• Reunión con la Comunidad. Una mirada al nuestra Orden, a la historia, a los primeros redentores. ¡Cuántos santos, cuántos mártires, cuántas monjas heroicas! (Pág. 106)
• En este ambiente ha brotado en nosotras el deseo de actualizar el cuarto voto, esencial en nuestra (Pág. 107)
• Esta misma tarde le he escrito al Padre General de la Orden exponiendo estos deseos… (Pág. 107)
• También les expresó el deseo de que esta expedición sea seguida pronto por otras a Marianas, Carolinas y Marshalls, como corresponde al espíritu redentor propio de la (Pág. 114)
• He recibido una carta preciosa del Padre General alentándome en todo lo que me he propuesto realizar en mi viaje… (Pág. 121)
• También se impone hacer nuevas Constituciones, porque las actuales tienen capítulos enteres que ya no dicen con nosotras. Es un tema delicado, que conviene que lo resolvamos con el apoyo del Padre General de la Orden. Se me ocurre que sería bueno que yo pudiera viajar a Roma para hablar personalmente con el Padre General sobre la necesidad de esta nueva orientación y de las razones que nos inducen a ello. Con su apoyo, cualquier cambio, por grande que sea, caería bien en la Orden… (Pág. 161)
• Y otro, más grande, pintado sobre tela dorada, que da razón al origen redentor de la Orden y de la orientación misionera del Convento de Bérriz. (Pág. 163)
• Me parece una buena táctica esperar a que, en vista de todo lo que pedimos, sea la Congregación de Religiosos la que nos lo proponga. De ese modo caerá en la Orden, y todos los cambios se harán con más suavidad. (Pág. 165)
• Hemos celebrado la Fiesta de la Merced agradeciendo a Nuestra Madre tantas mercedes como ha querido hacernos siempre… Le he pedido que mire a la Orden que ella fundó, y que la haga redentora de tantos cautivos como hay en el mundo. (Pág. 166)
• He sabido, por casualidad, que el Padre General de la Orden están en España y que el día 13 embarca para América. (Pág. 166)
• La determinación ya está tomada. Pediremos a Roma transformarnos en Congregación, conservando el título de (Pág. 170)
• Este ideal redentor recobra así su antiguo sentido de “quedar en rehenes”, entendido como permanecer en la misión, si fuera necesario, aun con peligro de la vida. Hace ya tiempo que escribí al Padre General de la Orden expresándole nuestros deseos. (Pág. 173)
• He revuelto el archivo y he mirado despacio todo lo referente al cuarto voto desde 1542 hasta 1914, en que entraron en vigor las nuevas Constituciones de la Orden, todas las monjas de esta Casa hicieron el cuarto voto de “dar la vida, si fuera necesario, por la redención de los cautivos”. (Pág. 176)
• El Padre General ha viajado directamente a Roma, sin detenerse en ninguna Casa de España. (Pág. 178)
• Acabo de escribir al Padre General de la Orden. No me ha resultado nada fácil darle cuenta de todo lo que hemos cambiado… para nosotras, organizarnos como Congregación para poder continuar la obra misionera, iniciada en 1926, sin dejar de ser lo que somos y conservar intacto el espíritu Redentor de la Orden… Espero que se alegre con nosotras y que, como Padre de la Orden, aliente nuestros deseos de trabajar sin descanso por la redención de tantos cautivos como hay por el mundo. (Pág. 180)
• Y entre otros cambios, sustituyendo el título de Orden por el de Instituto. (Pág. 183)

Recibo una carta del Padre General, que viene escrita con mucho cariño y acierto. Me ha sorprendido la sintonía que muestra con todo lo nuestro. La Virgen, Madre y Fundadoras de nuestra Orden, se está encargando de allanar los caminos. En estos días estoy orando mucho y estoy pidiendo con insistencia la orientación a misiones de toda la Orden. (Pág. 193)