PADRE SANCHO, O.M.

• No he podido escribirle a Leonor. Pero no quería exponerme a que durmiera en mi carpeta, varias semanas, una carta que tengo para ella del Sancho. No me extrañe que le guste tanto la dirección espiritual de este Padre. ¡Qué humildad! Es algo que no he visto nunca. Es sencillo a no poder más…La verdad clara como el agua. Transparente…Del trato con él me han quedado deseos de humildad y amor a la Virgen. (Pág. 119)
• El día 2 de este mes despedimos al Sancho. Al marchar me dejó una carta para Leonor que no ha podido enviarle hasta hoy. He gozado mucho con su modo sencillo y humilde que tiene de hablar de Dios. Lleva el amor de Dios tan metido en sus entrañas que lo contagia sin proponérselo. (Pág. 164)
• Al fin, le han permitido al Sancho venir a Bérriz para continuar escribiendo la historia de la Casa…Cuando venga hablaremos despacio. Le he contado algo de los Ejercicios y le he recordado de nuestras viejas aspiraciones. (Pág. 181)

Las fiestas de Navidad están transcurriendo alegres y tranquilas. El P. Sancho, tan espiritual, sencillo y humilde como siempre, nos está dando unas clases de Teología muy buenas. Sabe poner a nuestro alcance hasta los temas más profundos. (Pág. 233)